APOSTOLADO LAICAL, ACCIÓN Y DEBER CATÓLICO

«Si quis est Domini, jungatur mihi.

Si alguien es del Señor, júntese a mí.»

Éxodo XXXII, 26

 

La importancia del asunto que motiva estas líneas a modo de resumen en lo relativo al deber absolutamente vinculante para todo bautizado de disponerse y cooperar a los efectos de emprender lo más unificadamente posible el apostolado laico, debe movernos a una resuelta generosidad de espíritu viendo en esta obligación un llamamiento divino que todo corazón ardiente de amor y celo apostólico tiene como principal objeto y razón de ser de la vida misma, dado que con su efectivo cumplimiento se agrada al Corazón Sacratísimo de Jesús, se cumplen sus deseos y se le devuelve amor por amor a modo de gratitud, por las tantísimas gracias, dones, virtudes y favores recibidos de su llagada mano generosísima.

El Apostolado Laical nació junto con Iglesia de Cristo, y se encuentra ampliamente manifiesto en diversas documentales pontificias: https://pioxiivacantisapostolicaesedis.blogspot.com/search/label/Laicos

A continuación, paso a exponer una serie de puntos sucintos donde se comprimen aquellos conceptos y aspectos fundamentales para poner llevar a buen puerto este católico obrar, conceptos extraídos de documentos papales como Sapientiæ Cristianæ, Acerbo Nimis, Non Abbiamo Bisogno, Quambis Nostra, Quadragesimo Anno, Cartas Pastorales a Señores Obispos y Presidentes de Acción Católica de distintas naciones y un Manual de Acción Católica que data de tiempos de su definitiva estructuración asociativa de parte Su Santidad Pío XI:

·       Objeto fundamental, que Cristo reine en nuestros corazones, en la sociedad familiar y en los ámbitos civiles donde las labores apostólicas lleguen;

  • Ante el grito laicista/materialista de la sinagoga: «No queremos a Ese como Rey», respondemos a viva voz mediante nuestros trabajos apostólicos: «Él debe reinar.»;
  • Plena conformidad a las directrices del legadas del Centro del Apostolado Jerárquico, la Romana Sede Apostólica, a la cual se le debe total docilidad, fidelidad y religioso respeto, así como unirse a la intención y pensar del Romano Pontífice expuestas en su Primacía Papal a perpetuidad moral en materia de Fe y Costumbres, así como también en materia de Disciplina, dirección divinamente impuesta e indiscutible;
  • Sin Fe Católica es imposible agradar a Dios Santísimo, verdadera fuerza del alma;
  • Adaptación de tácticas, medios y métodos al católico objeto, a fin de redirigirlos hacia él;
  • Todo medio/actividad lícita se subordina a al fin/objeto fundamental;
  • Instruir/catequizar exponiendo la Verdad con firmeza y sereno impulso;
  • Obrar par que reine Cristo, se combate el laicismo materialista y neo-pagano generalizado y pregonado por el anticristo montiniano, el triple enemigo terrenal de antaño hoy alevosamente potenciado por la Gran Apostasía, que da solapado lugar a la influencia mundana y carnal y plena libertad a todos los instintitos materialistas y al enaltecimiento humano, relegando a Cristo a su simple mención, reduciendo, suprimiendo o deformando sus mandatos eternos;
  • Evitar el aislamiento, el desorden y la inactividad de las fuerzas católicas en pie;
  • El apostolado es obligación de todos;
  • El primer derecho es ejecutar la obligación/deber apostólico;
  • Espíritu de sacrificio;
  • El fin del apostolado, amar al Corazón Divino cada vez más y trabajar para hacer que los demás le amen, fija la competencia de la actividad, en donde se desenvuelve la naturaleza y la vida de la actividad apostólica;
  • Consecución del mayor bien espiritual, el agrado a la Santa e Indivisa Trinidad, mediante el obrar en conformidad a la Santa Fe Católica (conjunción dogmático/canónica magisterial como un todo indiviso intocable y eterno);
  • Defender la Verdad y la Vida Cristiana;

·       Prontitud y generosidad, dado que la tarea apostólica es un camino de dolores y dificultades, donde puede que sobrevengan periodos de sequedad espiritual y penas del alma, empero Dios Unitrino en su bondad y amor plenos, no suelta su mano providente a no ser que uno voluntariamente lo haga;

·       Plena esperanza y confianza los copiosos auxilios divinos —hasta los más extraordinarios— que prometió seguro socorro y abundante bendición para estas santas empresas, sabiendo que es un deber y llamamiento divino;

·       Orden y táctica;

·       Apostolado en el ámbito social donde Dios Uno y Trino nos dispuso, es el deseo de la Esposa del Cordero;

·       Coordinación de actividades y proyectos, fecunda cooperación a la realización del fin, bregando por un apostolado orgánico;

·       Mutua asistencia y cristiana comprensión hacia los hermanos;

·       Suma vigilancia/atención para identificar problemáticas que atienden a la Fe y los distintos campos de acción (materiales y virtuales);

·       Exposición, trato/análisis de los problemas cotidianos que atentan contra la Fe y Vida Cristiana en los distintos ámbitos de desempeño personal;

·       Consagración a Dios Ssmo. de cada una de las actividades a desarrollar;

·       Constante espíritu de oración y mortificación para la fructificación de las labores apostólicas, tan necesarias como los trabajos, puntualizando en la realización de ambas;

·       Necesidad de organización (dirigir esfuerzos unificados y ordenados);

·       Ejercicio del derecho de comunicar/difundir la Santa Fe Católica, los tesoros de la Redención a los demás, mediante toda actividad humana lícita redirigida a tal objeto;

·       Mayor propagación de la Fe y la Moral;

·       Prohibición de superponer otro fin que no sea el Reinado de Cristo;

·       No atentar contra el depósito de la Fe y Moral católicas.

·       Dignidad cuasi-sacerdotal del apostolado laical;

·       Uso y predisposición del obrar apostólico a todo lo que tienda a la mayor santificación de los demás;

·       El fin inmediato es instruir católicamente al prójimo, para lo cual se requiere formación. Nadie puede dar lo que no tiene;

·       Sin católica formación no puede haber apostolado, dado que, al ser la idea/concepto lo que arrastra a la voluntad a obrar, es decir, siendo la acción hija de la idea, para actuar con criterio y oficio católico, se requiere estar embebido marcadamente de la Augusta Fe Católica (conjunto de ideas cristianas);

·       Si no se siembra la semilla de la Santa Fe Católica, la voluntad es fácilmente sometida a los instintos carnales, la influencia del mundo, la pasión sentimentalista y la pura emotividad;

·       El sentimentalismo, vago y estéril, que nada concluye y divorciado de los preceptos de la Iglesia, es un elemento a evitar, salvo que sea medido y subordinado a la Fe de la Iglesia;

·       Defender los inviolables Derechos de Dios Ssmo. y los de la Romana Sede Apostólica;

·       Distinguir actividad interna de la externa. La primera, está encaminada a la segunda. La actividad interna alude a la formación y fortalecimiento del conjunto de fieles, la actividad externa ha de comprometer a quienes se quiera convertir;

·       Dar solución cristiana a la cuestión social;

·       Realizar trabajos privados y en lo posible, públicos, por ejemplo, actos que estimulen la piedad católica como la exposición al público de imágenes sacras;

·       Para cumplir ventajosa y completamente el Apostolado Universal laico, se debe bajar unificadamente al campo de batalla;

·       El Fin Supremo es general y puramente espiritual (la conversión, el reinado de Cristo), luego le siguen fines particulares y subordinados que cumplen una parte del Fin Supremo, que pueden ser tanto medios materiales como espirituales.

·       Se actúa a modo de un ejército pacífico;

·       Resumen metódico: 1.- Teniendo siempre presente el Fin Supremo y el óleo de la Doctrina, se moldea la intención/voluntad; 2.- Una vez embebido el sujeto de la Espiritualidad Católica, la Fe debe obrar por la Caridad, dado que es requisito preliminar llevar una vida cristiana para lanzarse al apostolado; 3.- Se realiza un análisis social de la problemática particular, familiar y de los diversos ámbitos civiles, identificando sus complicaciones a la luz de la Fe; 4.- Se examina una táctica adecuada junto con los medios a emplear; 5.- Se ejecuta la táctica con miras al Fin Supremo.

·       Dos cuestiones a tener en cuenta en la realización del apostolado: 1.- Se debe reparar las grietas producidas por la Gran Apostasía, recuperando el terreno perdido; 2.- Mantener el territorio reconquistado en cabeza de nuestros hermanos en Cristo.

·       Perseverar en el apostolado con santa y cristiana animosidad/alegría;

·       Prohibición expresa de retroceder, sobre todo ante la adversidad;

·       Amar al prójimo, es trabajar por su eterna salud, esparciendo por doquier la semilla de la Religión Católica. Así, se ha de cumplir con el Programa del Corazón Sacratísimo de Jesús, que sea conocido, amado y servido.

 

Escala de obligaciones a considerar para la realización del apostolado universal o católico:

 

1.— Aunque dicho mandato papal obligue a todos en general, supuesto que los documentos pontificios no señalan excepciones, no por esto puede decirse que obligue a todos del mismo modo, en la misma medida: hay una escala de obligaciones. Expongamos este concepto con una analogía: Cuando en un país el ejército sale a campana, no todos los ciudadanos pueden pelear en primera fila, ni todos pueden llevar el uniforme militar. Pero si todos están obligados a cooperar a la victoria, ayudando a quienes combaten por tan ardua empresa. Y para ella son tan necesarias las maniobras militares como las civiles. Todo ciudadano tiene en primer lugar el deber negativo de no estorbar la marcha del ejército; pero, además, tiene deberes positivos: favorecer la resistencia física y moral de los combatientes, preparar víveres y municiones, contribuir a los gastos de la guerra, etc. Pues lo mismo, más o menos. ha de ser en el apostolado universal, que es «sicut castrorum acies ordinata» un ejército puesto en orden de batalla (Cant. VI, 3).

 

2.— Muy bien expuesta encontramos esta escala de obligaciones en el siguiente pasaje pontificio: «Así como todo católico debe sentir la necesidad y obligación de entregarse o cuando menas de cooperar a esta obra de apostolado, así también debe sentir la necesidad y obligación de coordinarse, en cuanto sea posible, a los órganos de acción reconocidos, si no quiere exponerse al peligro de trabajar sin fruto y aun al de crear turbaciones y daños» Carta del 02-X-1923 de Su Santidad Pío XI.

Tres clases de obligación se indican claramente: dedicarse, cooperar, coordinarse. El primer deber, dedicarse, se cumple militando en conjunto: es el más directo y eficaz. Pero no todos tienen la habilidad necesaria, no a todos es posible. Entonces estarán obligados a cooperar de otra manera, por ejemplo, con la oración, la propaganda, todo el apoyo moral o material, dado que también son necesarios los medios económicos. En tercer lugar, está la obligación de coordinarse, lo cual toca a quienes ejercen el apostolado de manera individual.

 

SU SANTIDAD PÍO XI, QUADRAGESIMO ANNO: «Y los exhortamos cordialmente a todos, en el Señor, a no desfallecer en sus esfuerzos, a no dejarse vencer por las dificultades, sino a crecer cada día más en celo y vigor (cf. Dt 31,7). La tarea que les proponemos es ciertamente ardua, pues sabemos bien que en ambos bandos, tanto en las clases altas como en las bajas de la sociedad, hay muchos obstáculos y dificultades que superar; pero que no se desanimen ni se desvíen de su propósito. Enfrentar batallas encarnizadas es propio de los cristianos; soportar trabajos pesados ​​es propio de quienes, como buenos soldados de Cristo, lo siguen más de cerca.»

Esta exhortación parece un eco de las resueltas palabras de San Pablo: «Labora sicut bonus, miles Christi lesu.» (IIª Tim. II, 3) trabaja como buen soldado de Cristo. Tal es la consigna de la Apostolado Laical.

 

Pax Christi in regno Christi






Comentarios

Entradas populares