LÓGICAS DE LA ANOMIA THUCISTA/LEFEBVRISTA

 

LÓGICAS DE LA ANOMIA THUCISTA/LEFEBVRISTA

Thucista publica sobre afirmaciones de adhesión al sedeprivacionismo/cassiciacum a otro thucista/lefebvrista cabeza de secta. Luego el thucista que realiza la respectiva publicación, al tomar conocimiento de que los rumores son ciertos, simplemente se burla.

 

Esta, estimados lectores, es la anomia thucista/lefebvrista:

 

§  Donde nada sorprende y todo es posible, MENOS EL EFECTIVO PRIMADO Y LA AUTORIDAD PLENA, DIVINA Y SUPREMA DE SU SANTIDAD PÍO XII QUE LES ANULA Y CONDENA;

§  donde todo está por revelarse a la postre y lo único seguro es la ilusoria «validez» que estos impíos adjudican a estos lobos, y no el ya definido y perpetuo sentido del Dogma y los Sagrados Cánones;

§  donde razonamientos naturalistas maquillan el cisma/desacato contra la Romana Sede haciendo uso del mito luciferino de la desobediencia justificada;

§  donde la «Iglesia» permanece firme en ramificaciones dispersas que guardan distintas posiciones sobre un considerable número de asuntos doctrinales, empero está marcada desunión, TODAS coinciden con que debe hacerle al lado las definiciones y decretales papales que les condenan y anulan;

§  donde la nota común es notar como sus falsos clérigos se defenestran unos a otros pública y escandalosamente, y no la armonía que conserva la Divina Esposa siempre firme en su Fundamento inexpugnable, la SUPREMA AUTORIDAD PAPAL;

§  donde su neo-magisterio jansenista sin y contra Pedro prevalece sobre el Dogma y los Sagrados Cánones;

§  donde, a pesar de saber la connotación masónico/ocultista de quienes presiden sus sacrílegas sectas, hacen la mirada a un lado, optando por DESENTERSE A DREDE del Pilar de la Fe y el Fundamento de la Iglesia Católica, EL ROMANO PONTÍFICE por parecerles sus sentencias inentendibles para su miserable razonamiento que no ve más allá de sus propias necesidades y sentimientos;

§  donde solo está claro que en la desunión de la anomia autocefálica thucista/lefebvrista está la Esposa del Divino Cordero y no en el Órgano terreno donde Nuestro Señor Jesucristo preside, juzga y sentencia, es decir, lo que Pedro ata y NADIE PUEDE DESATAR.

 

«Entonces, si alguno os dijere: Aquí o allí está el Mesías, NO LE CREÁIS, porque se levantarán falsos mesías y falsos profetas, y obrarán grandes señales y prodigios PARA INDUCIR A ERROR, si fuera posible, AUN A LOS MISMOS ELEGIDOS.»

—NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO,
Evangelio de San Mateo, Capítulo XXIV (Discurso Escatológico de Cristo), Versículos 23 al 25, tomado de la primera edición de la Sagrada Biblia Nacar-Colunga, 1944.

 

«El Papa es el guardián del dogma y la moral; es el depositario de los principios que forman una familia honesta, grandes naciones, almas santas; es consejero de príncipes y pueblos; es la cabeza bajo la que nadie se siente tiranizado, porque representa a Dios mismo; es el padre por excelencia que en sí mismo reúne todo lo que puede ser de amor, ternura, divinidad… ¡AMAD AL PAPA!

¿Y cómo lo amará el Papa? Sin verbo neque lingua, sedopera et veritate. Cuando amas a una persona, intentas conformarte en todo con sus pensamientos, realizar sus deseos, interpretar sus deseos. Y si nuestro Señor Jesucristo dijo de sí mismo: si quis diligit me, sermonem meum servabit, entonces para mostrar nuestro amor al Papa es necesario obedecerle.

Por tanto, cuando se ama al Papa, no se discute sobre qué dispone o exige, NI HASTA DÓNDE DEBE LLEGAR LA OBEDIENCIA, y EN QUÉ COSAS HAY QUE OBEDECER; cuando se ama al Papa, no se dice que no habló con la claridad suficiente, como si se viera obligado a repetir al oído de todos lo que muchas veces expresó claramente su voluntad no sólo verbalmente, sino con cartas y otros documentos públicos; SUS ÓRDENES NO SON CUESTIONADAS, citando el fácil pretexto de quienes no quieren obedecer, que no es el Papa quien manda, sino quienes lo rodean; el campo en el que puede y debe ejercer su autoridad no está limitado; La autoridad del Papa no precede a la autoridad de otras personas, sin embargo sabios que no están de acuerdo con el Papa, que si son sabios no son santos, porque quien es santo NO PUEDE ESTAR EN DESACUERDO CON EL PAPA.»

 

—SU SANTIDAD SAN PÍO X, Dell'unione Apostólica, del18-XI-1912. 

 

«De hecho, Venerables Hermanos e hijos amados, se trata de reconocer el poder [de esta Sede], incluso sobre sus Iglesias, no solo en lo que respecta a la fe, sino también en lo que concierne a la disciplina. El que negaría esto es un hereje; El que reconoce esto y se niega obstinadamente a obedecer es digno de anatema.»

—SU SANTIDAD PÍO IX, Quæ In Patriarchatu.