LA COMUNIÓN ESPIRITUAL
La Comunión Espiritual es uno de los ejemplos más impresionantes y más claros del valor teológico del deseo. ¿Acaso no es bajo el sugestivo título: "Algunos elementos de la teología del deseo. De la eficacia del deseo leal y pleno de fe en la Eucaristía", como el señor canónigo Anger ubicaba en su Doctrina del Cuerpo Místico la cuestión de la comunión espiritual? Vamos a ver hasta dónde llega la eficacia de ese deseo cuando se trata de la comunión. Las conclusiones de ello serán tan importantes y a la vez tan maravillosas que uno no puede sino estar perfectamente seguro de sus premisas. Por ello, después de recorrer concienzudamente los teólogos que estudiaron la cuestión en sí misma o bajo algún aspecto, tomaremos esas premisas de Santo Tomás de Aquino y del Concilio ecuménico de Trento: no existen bases más sólidas. I .— Hay dos maneras, dice Santo Tomás, de tomar la Eucaristía, una sacramental, por la que se reciben únicamente las...